A finales de 1999, Joan Didion empezó a visitar a un psiquiatra porque su familia había estado pasando «unos años difíciles». Durante meses, registró sus encuentros con meticuloso detalle en un diario destinado a su marido, John Gregory Dunne. Las primeras sesiones se centraron en el alcoholismo, la adopción, la depresión, la ansiedad, la culpa y la desgarradora complejidad de la relación con su hija Quintana. También revisitó su propia infancia, su proceso creativo y la cuestión de su legado. Conversaciones fundamentales para que Didion comprendiera en profundidad los temas que desarrollaría en sus brillantes obras tardías. Apuntes para John es el registro íntimo de un viaje doloroso y valiente en la vida de una de las escritoras más grandes de nuestro tiempo.