Las humanidades digitales irrumpieron en la academia hace varias décadas y han logrado tanto progreso en los últimos años, que su impacto en nuestras disciplinas ya no puede ignorarse. No son la primera ni la última revolución que experimentarán las humanidades. Baste recordar lo que significó la invención del libro o de la imprenta no solo para la alta cultura, sino para el humanismo y la humanidad en su conjunto. El trabajo crítico, intuitivo y reflexivo del ser humano no será reemplazado por el análisis computacional, pero esa tarea se ha vuelto más eficiente, precisa y completa con la ayuda de las humanidades digitales, al tiempo que han impulsado la visualización de nuevos aspectos, patrones y dimensiones en las disciplinas y campos de estudio. Las humanidades digitales han ayudado a generar nuevas preguntas, impulso de todo emprendimiento intelectual y científico, o han modificado por completo algunas interpretaciones aceptadas.
